Nuestra ruta, y primera etapa, comienza en la Catedral de Sevilla, con el rito del sellado de la credencial del peregrino y el Giraldillo como voluble testigo mudo de nuestro primer paso del Camino de Santiago 2017. La Maestranza, el puente y barrio de Triana, el río Guadalquivir y el cristo del Cachorro salen a nuestro encuentro para desearnos un buen camino, y con tan grandes mentores afrontamos contentos, confiados e ilusionados la tercera edición del Camino de Santiago programado por la Asociación Cultural Amplàries.
Nada mas abandonar el Guadalquivir y sin apenas darnos cuenta nos encontramos en Camas, visitamos la iglesia de Nuestra Señora de Gracia, abandonamos la población por un cómodo camino de tierra compactada desde el que, al poco, ya se divisa la estructura del Monasterio de San Isidoro del Campo, cisterciense del siglo XIV, que nos indica que nuestro próximo pueblo, Santiponce, se encuentra a continuación.
Diez kilómetros nos separa de la Catedral de Sevilla y decidimos hacer un alto en el camino para reponer fuerzas, y a fe que lo hicimos de manera tan satisfactoria, que los dos kilómetros de longitud que recorrimos por el pueblo de Santiponce se hicieron cortos, y allí quedó el Conjunto Arqueológico de Itálica, ruinas y anfiteatro romanos, y cuna del emperador Trajano, cerca de dos kilómetros por una carretera secundaria sin arcén nos llevan a una amplia pista forestal que parece no tener fin, casi 10 kilómetros hasta nuestro destino entre campos de cereales, algodón y una suave brisa que hacia mas llevadero el caminar bajo el fuerte sol primaveral sevillano. Cruzamos el cauce del arroyo de los Molinos que, por suerte no venía muy crecido y pudimos vadear gracias a unos pallets estratégicamente colocados, cinco kilómetros nos separan del final de etapa.
Una embarrada entrada a Guillena, por gentileza del arroyo Galapagar y la dejadez municipal (en todas partes cuecen habas), nos dan la opción de acabar de barro hasta ahí mismo, o jugártela por el estrecho arcén de la nacional.
Menos mal que no hay susto o barro con los que no pueda una buena cerveza fresca y bien tirada, y junto a la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Granada, dimos gracias por el feliz fin de nuestra primera ruta 2017.
Unos días camino y otros Camino. La diferencia para mi es que unos días me limito a pasar por el recorrido de mi existencia sin más, y es cuando camino, y otros días procuro poner en cada mirada a los demás, en cada palabra, y en cada gesto, algo agradable, y además de manera sincera, que no sea una pose o una careta, y ese día creo que Camino….
Un poeta..eres…Martin…
Y pareces una persona honrada….no cambies…por fa.
Saludos
En este caso el poeta es Fernando, además buen escritor, gracias en su nombre.